Cuerpos escritos. Lecturas abiertas

Fuente: Cultura, Patrimonio y Género

La convocatoria lanzada por el programa Letras en Género recibió más de 180 solicitudes con distintas motivaciones. El proceso de selección privilegió la diversidad de edades e historias de vida.

Se escogieron escritos que, a partir de las vivencias, ideas y/o conocimientos, cuestionaban o se interrogaban en torno a patrones naturalizados de comportamiento, así como también la vinculación que pudiese tener con la biblioteca y/o temáticas de género. Finalmente 70 fueron las mujeres participantes, cuyas edades fluctuaron entre los 18 y 68 años.

La sesión se constituyó como una experiencia colectiva de encuentro y reflexión, una oportunidad de cuestionar la objetivación y los estereotipos. La apuesta fue ambiciosa: mostrar, proyectar y simbolizar distintos cuerpos. Así se rescató la constitución de sujetas activas, en la medida en que este acto público contribuyó a la resignificación de los cuerpos de las mujeres.

El enfoque de género en el origen de la actividad fue importante para evitar que se reprodujeran cuerpos estereotipados, estilizados en poses que pudiesen resultar incómodas para las mujeres fotografiadas, fetichizándolas ante el lente de la cámara. Al contrario, lo que se buscaba era a mujeres protagonistas de la creación de la escena.

La elección de la fotógrafa fue fundamental para este proceso. Ximena Riffo aportó con su calidad técnica y su conexión con el movimiento de mujeres, su sororidad feminista y los contenidos de género presentes en su discurso. La consigna de las imágenes capturadas fue: mujeres como sujetas de acción y de creación al interior de la biblioteca, en diálogo con sus espacios, que en sus diez años de existencia, ha buscado ser un lugar de encuentro, formación y creación para las mujeres.

El resultado superó las expectativas

En la muestra de las imágenes a las mujeres protagonistas, se destacó la resignificación que se le dio a los cuerpos, su visualización en tanto la historia de los mismos, sus huellas a través de operaciones, crisis, enfermedades, nacimientos.

La necesidad de dejar un mensaje despojando la cosificación de la imagen, mostrando los pliegues ideológicos que daban testimonio de cada una, las diversas vivencias y expresiones: la amistad y complicidad de madres e hijas, abuelas y nietas, generaciones de mujeres. La energía y disposición de grupos de amigas con diversas historias y edades, así como el estremecimientos de condiciones vitales, que a través de la fuerzas, se fueron reivindicando hasta dar luces de esperanza.

Las visiones de las participantes coincidieron y se incorporaron en la escena fotográfica, al punto de generar acciones individuales y colectivas propias, que permitieran expresar lo que la comunión y encuentro significó en ese momento.

Este registro fotográfico será compartido públicamente en una exposición que se montará en el mes noviembre de este año en la Biblioteca de Santiago, en el marco de celebración de su décimo aniversario.